Los 36 municipios
Ciudad de Le Soler
Situada en las alturas de la orilla derecha del Têt, a menos de una hora de las primeras pistas de esquí y a 20 minutos de las playas del Mediterráneo, la ciudad de Le Soler está también a menos de 2 horas de las principales capitales regionales, Barcelona, Toulouse y Montpellier. En una tierra de mil y una facetas, la luz es omnipresente. De norte a sur y de este a oeste, el sol inunda los viñedos y los grandes huertos frutales. Sus rayos calientan los cayrouxes del centro histórico antes de terminar su recorrido a la sombra tranquilizadora del Canigou.
La superficie del municipio es de 1.035 hectáreas y su altitud varía entre 43 y 92 metros.
La historia
Las ventajas de una posición geográfica atractiva para su economía y la creación de agrupaciones de competencias.
A sólo 10 minutos del aeropuerto y de la estación de tren de Perpiñán, la ciudad de Le Soler ofrece un verdadero potencial logístico y es económicamente atractiva, como demuestra el dinamismo de su zona económica. Los sectores de excelencia vinculados a las nuevas tecnologías y al sector audiovisual son ya una referencia en la comunidad urbana. La Cité Digitale du Soler ya es una realidad con la construcción del Pôle Numérique que reunirá a estudiantes, jóvenes emprendedores y start-ups.
Solerians
Número de habitantes
La ciudad de Le Soler tiene aproximadamente 7.868 habitantes. Sus habitantes se llaman solerianos.
Una calidad de vida entre naturaleza, tradición y modernidad...
Con una variada oferta de ocio en torno al complejo deportivo Jo Maso, 2 estadios, el Lac du Moulin, la mediateca, el observatorio astronómico, rutas de senderismo y espacios comunes a disposición de los numerosos voluntarios que son los actores de la "buena vida" en Le Soler.
Fiel a su historia, la ciudad de Le Soler se orienta sin embargo decididamente hacia el futuro gracias a las numerosas manifestaciones culturales dedicadas a la ciencia y al conocimiento. El gran proyecto comunitario de desarrollo y valorización del patrimonio natural de las riberas del Têt, desde Le Soler hasta Canet-en-Roussillon, expresa esta voluntad de ofrecer un futuro sostenible a las próximas generaciones.