A lo largo del año se realizaron trabajos de recentrado del curso de agua y de revegetación de la ribera.
Hoy, la naturaleza se impone. La vegetación acabará estabilizando la orilla y diversificando los hábitats para la fauna.
Los trabajos realizados el verano pasado en el vado también han concluido.
La consolidación de la estructura también permitió facilitar la migración río arriba de los peces, especialmente de las anguilas. Para ello, se reconstruyó la parte inferior de las toberas y los calots para crear una suave pendiente con escollera. El vado es ahora una estructura que puede ser atravesada por especies de peces migratorios y está mejor integrada en el lecho natural del curso de agua.
Las obras del último tramo, bajo el puente Joffre, se reanudarán a principios de julio.
